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Sin ninguna duda. Es una paradoja de la historia, como hay otras muchas. Realmente, todo esto se debió a un error del cartógrafo Waldseemüller cuando estaba editando una nueva edición de la geografía de Tolomeo. De esa obra, conocida en la época de Colón, se hizo una edición en 1475, creo recordar, que se tradujo al latín y tuvo una muy buena difusión por toda Europa. Fue una obra fantástica, que tuvo un gran predicamento y fue reproducida varias veces. Y, con motivo de una edición de 1508, o por ahí, Waldseemüller incluyó la existencia del Nuevo Mundo, que ya se conocía por la Carta de Colón. Eso sí, lo incluyó por las noticias que le dio Américo Vespucio y, de forma impropia, lo llamó ‘El Mundo de Américo’.
¿Ha estado en Colombia?
Lamentablemente no he estado nunca en Colombia, pero sé que es el país más próximo al nuestro en cuanto a idioma y filosofía de la vida.
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