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Info para indigenistas y leyendanegreros sobre el esclavismo

Writer's picture: Hispano Americano HeroesHispano Americano Heroes

Updated: Sep 19, 2022


La esclavitud es una actividad execrable que no se condona con ninguna justificación. Existió cómo parte de la historia de los últimos 500 años. Todas las potencias europeas participaron en mayor o menor escala.. De las potencias europeas el español fue el más benigno en el Nuevo Mundo. Continua leyendo si quieres saber más. Esclavitud en la América colonial La esclavitud en la América colonial, definida como la esclavización de africanos por parte de colonos ingleses blancos, comenzó en 1640 en la colonia de Jamestown, en Virginia, pero ya se había adoptado como política antes de esa fecha con la esclavización y deportación de los nativos americanos. Aunque los primeros africanos llegaron a Virginia en 1619, la esclavitud no estaba institucionalizada en ese momento. Ya en 1610, los informes coloniales de Jamestown señalan la práctica de esclavizar a los nativos americanos, y las Guerras Pequot de las Colonias de Nueva Inglaterra (1636-1638) dieron lugar a la victoria colonial y la esclavización y deportación de los miembros de la tribu Pequot. Aunque la esclavitud institucionalizada no se convirtió en política en Virginia hasta la década de 1660, el concepto y la práctica ya estaban bien establecidos: los españoles y los portugueses los habían introducido en América antes de la llegada de los ingleses. La esclavitud en las Américas estaba muy extendida en las tribus indígenas que esclavizaban a los capturados en incursiones, guerras o que se intercambiaban de un grupo a otro por diversas razones, pero no existía un comercio de esclavos propiamente dicho. La esclavitud institucionalizada no se introdujo hasta la llegada de Cristóbal Colón (1451-1506) en 1492. Los españoles y los portugueses la desarrollaron para el 1500 y ya formaba parte de las economías coloniales españolas y portuguesas en 1519. Los recolectores de algodón de Winslow Homer Winslow Homer (Public Domain) Cuando los ingleses colonizaron Norteamérica entre 1607 y 1733, la esclavitud se institucionalizó y se basó en la raza. Los nativos americanos que se tomaban como esclavos se solían vender a los propietarios de plantaciones en las Indias Occidentales, mientras que los esclavos africanos se importaban, en lo que se conoció como el Comercio Triangular entre Europa, África Occidental y América. Todas las colonias inglesas tenían esclavos, pero las vidas de los esclavizados solían ser bastante distintas unas de otras. Aunque algunas colonias como Pennsylvania se oponían a esta práctica, los ciudadanos seguían manteniendo esclavos. El movimiento abolicionista cobró cierto impulso antes y después de la guerra de la Independencia de Estados Unidos (1775-1783), pero no fue hasta el siglo XIX cuando se realizaron esfuerzos concertados para abolir esta práctica. El primer gran golpe legislativo a la esclavitud fue la Proclamación de Emancipación, emitida en enero de 1863, que liberó a los esclavos de los Estados Confederados, pero la esclavitud no fue abolida en Estados Unidos hasta la ratificación de la Decimotercera Enmienda a la Constitución en 1865, aunque los efectos de la institución de la esclavitud racial seguirían influyendo en la cultura estadounidense hasta nuestros días. Colón y la trata de esclavos Colón no "descubrió América", sino que concibió los medios para explotar plenamente a los pueblos que encontró viviendo en el Caribe, Sudamérica y Centroamérica. En su primer viaje, en 1492, secuestró a varios nativos y se los llevó a sus mecenas, los reyes Fernando e Isabel de España, que esperaban que volviera con grandes cantidades de oro. Al no encontrar oro, Colón ofreció a la pareja real los nativos como esclavos. FERNANDO E ISABEL PROHIBIERON LA ESCLAVITUD EN ESPAÑA, PERO LEGALIZARON LA ESCLAVITUD Y EL SISTEMA DE ENCOMIENDA EN SUS COLONIAS DEL NUEVO MUNDO. En su segundo viaje, en 1493, secuestró a más nativos, pero Fernando e Isabel no habían dado su consentimiento a estos efectos, ya que se sentían incómodos con la moralidad y la legalidad de esclavizar a personas que no les habían ofrecido nada. Le ordenaron a Colón que se detuviera hasta que los teólogos y consejeros reales resolvieran el asunto, pero él los ignoró y envió a España más de 500 nativos esclavizados desde las Indias Occidentales en 1495. Entre 1493 y 1496, estableció el sistema de encomienda en las tierras que había reclamado para España, en el que los colonos españoles recibían grandes extensiones de tierra trabajadas por los nativos a cambio de comida, refugio y protección de los españoles. Fernando e Isabel prohibieron la esclavitud en España y ordenaron liberar a los que habían sido llevados allí, pero legalizaron la esclavitud y el sistema de encomienda en sus colonias del Nuevo Mundo. Una vez establecida la esclavitud, el comercio de esclavos (que ya había iniciado Colón) se desarrolló rápidamente con barcos españoles, holandeses, portugueses y franceses que transportaban nativos esclavizados a diversos puntos y colonos españoles que esclavizaban a los que se quedaban. La esclavización de los pueblos indígenas de las Indias Occidentales, América del Sur y América Central continuó a lo largo del siglo XVI, mientras que, al norte, los franceses y los holandeses intentaban establecer alianzas con los nativos al mismo tiempo que se beneficiaban del comercio de esclavos en el sur enviando esclavos entre los puntos de comercio. Los ingleses fueron los últimos en introducir la esclavitud en América en la Colonia de Virginia, donde primero esclavizaron a los nativos americanos, en 1610, y a los africanos entre 1640 y 1660. Jamestown y las leyes esclavistas de Virginia Cuando los ingleses iniciaron sus esfuerzos de colonización en Norteamérica en 1585, el comercio de esclavos se consideraba simplemente un negocio más de importación y exportación, y los primeros colonos de Jamestown vieron a los nativos de la Confederación Powhatan como otro recurso a explotar. El capitán John Smith (1580-1631) escribe que los colonos robaban con regularidad a los nativos y un informe de otro colono de alrededor de 1610 afirma que los nativos ya se tomaban como esclavos en esa época. En 1619, un barco holandés con 20 o 21 africanos esclavizados llegó a Jamestown en busca de suministros y provisiones. El gobernador Yeardley (1587-1627) los intercambió por los africanos, pero parece que los consideraba como sirvientes contratados, no como esclavos. El barco holandés no se dirigía a Jamestown con su cargamento, sino que se vio obligado a recalar en el puerto debido a la escasez a bordo. La esclavitud podría haberse desarrollado en las colonias inglesas de todos modos, y probablemente lo haría, pero este acontecimiento señala la llegada de los primeros africanos involuntarios como siervos de los terratenientes ingleses. La población esclavizada de las 13 colonias Stilfehler (CC BY-SA) La afirmación de que estos primeros africanos eran sirvientes contratados, no esclavos, se basa en pruebas de que los propios colonos ingleses los consideraban como tales. Aunque los africanos se compraron en el barco holandés para obtener los suministros necesarios, Yeardley no los esclavizó, sino que trabajaron entre 4 y 7 años y luego se les dio su propia tierra para cultivar, de acuerdo con la política de servidumbre por contrato. Uno de ellos, más tarde conocido como Anthony Johnson, figura en el censo anterior a 1640 como hombre libre y había comprado un esclavo propio llamado John Casar. Esta política cambió en 1640 cuando un sirviente negro llamado John Punch se opuso al trato que recibía de su amo y abandonó el servicio en compañía de dos sirvientes blancos. Cuando los tres fueron capturados y devueltos a su amo, a los dos blancos se les prorrogó la servidumbre por cuatro años, mientras que Punch fue condenado a una servidumbre de por vida. Muchos estudiosos citan el suceso de Punch como el inicio de la esclavitud institucionalizada en las colonias inglesas. La colonia de Virginia aprobó leyes que restringían los derechos de los africanos después de 1640 y, especialmente, durante la década de 1660, cuando la esclavitud se institucionalizó por completo. Nueva Inglaterra y las colonias centrales Mientras Jamestown y las colonias de Virginia se desarrollaban hacia el sur, se establecieron las colonias de Nueva Inglaterra. La colonia de Plymouth se fundó en 1620 y la de la bahía de Massachusetts en 1630, y de esta última surgieron otras colonias de Nueva Inglaterra. El primer registro de esclavización de nativos americanos aparece después de la Guerra de los Pequot, cuando muchos de los nativos derrotados se vendieron como esclavos a las plantaciones de las Indias Occidentales. La Colonia de la Bahía de Massachusetts aprobó las primeras leyes relativas a la esclavitud en 1641, y definió que la esclavitud justificada se aplicaba a quienes eran tomados cautivos en la guerra, condenados por un crimen y esclavizados como castigo, o como extranjeros de la comunidad, ya esclavizados por otros, que se vendían a colonos de Nueva Inglaterra. AUNQUE LAS COLONIAS DE NUEVA INGLATERRA Y LAS COLONIAS MEDIAS NO SE SUELEN ASOCIAR CON LA ESCLAVITUD, TODAS TUVIERON ESCLAVOS EN MAYOR O MENOR MEDIDA. Aunque las Colonias de Nueva Inglaterra y las Colonias Medias no se suelen asociar con la esclavitud, todas tuvieron esclavos en mayor o menor medida. En 1703, la población esclava de la ciudad de Nueva York representaba el 42% del total y un mercado de esclavos funcionaba en el East River, en Wall Street. Nueva York también aprobó una de las primeras leyes que establecían la pena de muerte para los esclavos que se alzaran contra sus amos o los asesinaran. Pensilvania, la única colonia inglesa que condenaba la esclavitud, la seguía practicando. Una petición contra la esclavitud, redactada por los cuáqueros en 1688 y presentada al gobierno colonial, se archivó y permaneció olvidada hasta mediados del siglo XIX. La bahía de Massachusetts se puso a la cabeza de los que se beneficiaban del comercio de esclavos, al principio enviando pescado salado a las plantaciones de las Indias Occidentales para alimentar a sus esclavos y después importando africanos como esclavos de otros lugares para venderlos en los mercados de esclavos de Nueva Inglaterra. Esta práctica se consideraba legal ya que estas personas ya habían sido esclavizadas por otros y solo las compraban los habitantes de Nueva Inglaterra; sin embargo, ignoraba el hecho de que el mercado que las colonias creaban animaba a esos otros a esclavizar y transportar más y más africanos a través de la ruta conocida como el comercio triangular. El comercio triangular y el pasaje del medio El comercio triangular era un intercambio cíclico de bienes y seres humanos entre Europa, África Occidental y América y permitió el comercio transatlántico de esclavos. Los colonos exportaban productos en bruto a Gran Bretaña, donde se transformaban en productos acabados y se comerciaba con África Occidental, que a su vez enviaba esclavos a las colonias inglesas. Los que se tomaban como esclavos en África se veían obligados a soportar la travesía del medio (el viaje desde África a Norteamérica) cargados bajo cubierta como mercancía y empaquetados lo más estrechamente posible para obtener el máximo beneficio, sobre todo porque se esperaba que más de la mitad muriera antes de llegar a su destino. El académico Oscar Reiss explica: Si 18 millones salieron de África durante el "período de comercio", quizá murieron 6 millones. Lord Palmerston, que se oponía al comercio de esclavos, creía que de cada tres negros sacados del interior, uno llegaba a América. Según las tablas que llevaba la Junta de Comercio entre 1680 y 1688, la Compañía de África embarcó 60.783 "piezas de mercancía" y entregó 46.394, lo que implicó una pérdida del 23%. En términos comerciales, se trataba de una pérdida de capital. Estos esclavos se pagaban en África y el hecho de no entregarlos para su venta en el lugar de destino suponía una grave pérdida. (34) Para compensar esa pérdida, los capitanes metían la mayor cantidad posible de personas en las bodegas de sus barcos. Reiss continúa: Se los obligaba a tumbarse "a modo de cuchara" de lado para conservar el espacio. Un varón adulto recibía dieciocho pulgadas de ancho por seis pies de largo; las mujeres recibían cinco pies y diez pulgadas de largo por dieciséis pulgadas; los niños cinco pies por catorce pulgadas; y las niñas cuatro pies, seis pulgadas por doce pulgadas. Lord Palmerston comentó que tenían menos espacio que un cadáver en un ataúd. El hacinamiento era tan intenso que el Parlamento británico aprobó una ley que restringía el número de esclavos a no más de cinco por cada tres toneladas de capacidad en un barco de 200 toneladas. Como sucedía con gran parte de la legislación impopular, los capitanes de los barcos no la cumplían. (34) Los esclavos eran confinados bajo cubierta en semioscuridad o en completa oscuridad, con hombres, mujeres y niños separados y solo los hombres maniatados. Cuando hacía buen tiempo, los esclavos se subían a cubierta (encadenados para evitar que se arrojaran por la borda) y se los dejaba allí, a veces todo el día con poca agua y, al igual que en la bodega, solo con pequeños cubos para hacer sus necesidades, que eran demasiado pequeños y escasos para el fin que debían cumplir. Mapa del comercio triangular transatlántico Olivier Lalonde (CC BY-NC-SA) El pasaje del medio se llamaba así porque era el segundo (o "medio") de una ruta comercial de tres partes que empezaba y terminaba en Europa. El primer pasaje iba de Europa a África y transportaba textiles, metales, alcohol, armas y otros objetos de valor que se cambiaban por esclavos que luego hacían el pasaje intermedio a las Américas, donde se cambiaban por otros objetos de valor y mercancías que se enviaban en el tercer pasaje de vuelta a Europa. El comercio triangular estuvo en pleno funcionamiento desde principios del siglo XVI hasta mediados del siglo XIX, y la mayoría de los esclavos llevados a Norteamérica iban a parar a las colonias del sur. Leyes esclavistas en los Estados del sur Las colonias de Nueva Inglaterra y las colonias centrales tenían esclavos, pero no tantos como las colonias del sur, y el trabajo que se exigía a los esclavizados era más intenso en el sur que en el norte. Las grandes plantaciones sureñas de tabaco, arroz y algodón llegaron a depender en gran medida de la mano de obra esclava, mientras que las explotaciones más pequeñas del norte, normalmente trabajadas por un agricultor y su familia, no requerían mano de obra esclava, al menos no en tan alto grado. Mientras que los esclavos de Nueva Inglaterra y de las colonias centrales trabajaban principalmente en los puertos, cargando y descargando barcos, los del sur trabajaban en gran medida en los campos de las plantaciones. La esclavitud en las colonias del sur seguía el modelo establecido por la colonia inglesa de Barbados. El académico Alan Taylor señala: Dado que la legislación inglesa no proporcionaba precedentes para gestionar un sistema de esclavitud racial, los barbadenses tuvieron que desarrollar su propio código de esclavos, que sistematizaron en 1661. El código de Barbados se convirtió en el modelo para los adoptados en otras colonias inglesas, en particular Jamaica (1664) y Carolina (1696), que se originaron como ramificaciones de Barbados. (213) El código disponía lo siguiente:

  • Ningún esclavo podía salir de su plantación sin permiso escrito de su dueño.

  • Los esclavos no podían tocar instrumentos musicales, tocar tambores, hacer sonar cuernos o hacer ruidos fuertes que pudieran ser señal de rebelión.

  • Se animaba a los blancos a pedir a cualquier negro su pase en la calle y a registrarlo, sin motivo, en busca de armas o contrabando.

  • Se animaba a los negros a delatar a sus compañeros, a evitar fugas y a entregar a los fugitivos; se los recompensaba con ropa nueva, mejor trato y se les daba "una insignia de una cruz roja en su brazo derecho por la que pudiera ser conocido y apreciado por toda la gente buena" (Taylor, 213).




Plantación de tabaco Richard H. Laurie (CC BY-NC-ND) Los códigos esclavistas de las Indias Occidentales se instituyeron debido al arraigado temor de los blancos a que sus esclavos se rebelaran y los mataran. En 1660, los esclavos no blancos superaban en número a los blancos libres en Barbados: 27.000 frente a 26.000, y las cifras en las colonias del sur de Virginia, Maryland, Carolina (más tarde Carolina del Norte y del Sur) y Georgia acabaron mostrando porcentajes similares. Taylor comenta: Los plantadores pagaron involuntariamente los costos psicológicos, sociales y demográficos de la adopción del sistema esclavista antillano. Y compartieron libremente esos costos con los blancos pobres que no tenían esclavos... Al igual que en las Indias Occidentales, los plantadores sufrían el inquietante temor de que su mayoría africana se levantara en una rebelión mortal y ardiente. En una búsqueda desesperada de seguridad, los plantadores de Carolina adoptaron el sistema de las Indias Occidentales de estricta vigilancia y duros castigos para mantener a los esclavos intimidados y trabajando. El nuevo sistema criminalizaba comportamientos antes tolerados, revocando el grado de confianza y autonomía que antes se permitía a la mayoría de los esclavos en la época de la frontera. (239) Los esclavos acusados de fomentar la rebelión eran ahorcados o quemados en la hoguera, a menudo sin apenas pruebas de su culpabilidad. El miedo estaba alimentado no solo por el conocimiento de que la población blanca había esclavizado y deshumanizado a las poblaciones negras de la región, sino por el recuerdo de dos rebeliones tempranas de la clase servil en Virginia. La Conspiración del Condado de Gloucester de 1663 terminó antes de empezar por la traición de otro siervo, pero la Rebelión de Bacon de 1676 unió a siervos y esclavos negros y blancos, lo que dio lugar al incendio de Jamestown. A pesar de las medidas represivas de las colonias del sur hacia la población negra, estallaron revueltas. La rebelión de Stono de 1739 en Carolina del Sur es la mayor revuelta de esclavos lanzada en las Trece Colonias. Liderados por un esclavo llamado Jemmy, unos 20 esclavos se reunieron en el río Stono el domingo 9 de septiembre de 1739, asaltaron un almacén en busca de armas y luego marcharon hacia la seguridad de la San Agustín española, en Florida, donde serían libres. Los esclavos atacaron y mataron a los amos blancos, y su grupo llegó a ser al menos 100 antes de que la milicia contraatacara. Murieron 25 colonos blancos en el levantamiento y al menos 30 negros en las batallas de una semana con la milicia; después, más esclavos fueron ahorcados y las ejecuciones continuaron, sin apenas recurrir a ningún procedimiento legal, durante el año siguiente. Conclusión Cuando estalló la guerra de Independencia de Estados Unidos en 1775, muchos esclavos esperaban que se les concediera la libertad, ya que palabras como "libertad" y "justicia" y frases sobre el "fin de la opresión" se oían con frecuencia por parte de los amos blancos. Algunos esclavos negros sirvieron en el Ejército Continental en lugar de sus amos a cambio de su libertad pero, cuando la guerra terminó, la esclavitud seguía vigente en las colonias. https://youtu.be/3NXC4Q_4JVg Las colonias de Nueva Inglaterra y del centro del país abolieron la esclavitud hacia 1850, en parte debido a la presión del creciente movimiento abolicionista, pero también porque, como se ha señalado, la economía del norte no dependía tanto del trabajo de los esclavos como la del sur y lo hacía aún menos gracias a la industrialización. Las colonias del sur continuaron con la "institución peculiar", como la llamaban, hasta que se vieron obligadas a abandonarla después de que la Guerra Civil estadounidense terminara con su derrota en 1865. La Decimotercera Enmienda abolió la esclavitud en Estados Unidos y liberó a los esclavos, pero el racismo sistémico que la institución había engendrado no desapareció sin más. Los afroamericanos de Estados Unidos han vivido una América muy diferente a la que se alababa en las canciones como "la tierra de los libres y el hogar de los valientes", y les sigue pasando en el presente, cuando el espectro de la esclavitud racializada se manifiesta en la desigualdad de la atención médica, las oportunidades y la justicia ante la ley para los descendientes de los que fueron llevados como esclavos a las colonias por personas que decían haber fundado una tierra basada en el concepto de libertad para todos.


Fuente: A. von Humbolt El ignorado estudio de 1826 que tumbó la leyenda negra de que España exterminó a esclavos en América A pesar de su férrea postura antiesclavista, Alexander von Humboldt tuvo que rendirse ante la evidencia de las estadísticas recogidas en su viaje al viejo continente en cuanto al número de africanos sometidos por la Corona española y el trato recibido por los indígenas, «infinitamente más favorable» que el de otras potencias «Por virtud de un prejuicio muy generalizado en Europa , hay la creencia de que se han conservado en América muy pocos indígenas de tinte cobrizo. En la Nueva España, el número de indígenas se eleva a dos millones, contando únicamente los que no tienen mezcla de sangre europea. Y lo que es más consolador aún, lejos de extinguirse, la población india ha aumentado considerablemente durante los últimos cincuenta años , como lo prueban los registros de la capitación y los tributos». Quien escribía estas palabras no era precisamente sospechoso de regalar los oídos a los imperios coloniales europeos en lo que respecta al trato que dieron a los indígenas tras el descubrimiento de América. Es más, su constante militancia contra la esclavitud, entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del XIX, le granjeó una gran cantidad de enemigos en la Corona española, la corte de Berlín y el gobierno de Napoleón Bonaparte. Pero Alexander von Humboldt (1769-1859) lo tuvo claro durante su largo viaje de investigación por los actuales terrotiorios de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Cuba, México y Estados Unidos, entre 1799 y 1804, donde llegó a la conclusión de que si Europa hubiera visto con otros ojos la riqueza que había en la diversidad cultural del viejo continente , «habría encontraría soluciones a la guerra, la opresión y la abominación de la esclavitud», aseguraba a la BBC, hace un año, la historiadora de la ciencia Laura Dassow Walls . Lo que nadie pone en duda hoy es que aquella expedición transformó nuestra visión de la naturaleza, hasta el punto de que algunas ideas fundamentales del ecologismo actual se alimentan aún del trabajo del famoso naturalista y geógrafo alemán. La prueba de su legado es que, 250 años después de su nacimiento, su nombre es el que más lugares, accidentes geográficos, plantas y animales del mundo tiene en su honor. Pero lo que nos interesa aquí son sus sorprendentes (y más desconocidos) estudios sobre la esclavitud en América, que tumbaron ya hace doscientos años la leyenda negra difundida contra España sobre el trato que dio a los esclavos y el número de ellos que tenía en sus dominios. Contra la esclavitud Como advierte Humboldt en su «Ensayo político sobre la isla de Cuba» (1826), él solo quiso «explicar este fenómeno y precisar sus conceptos mediante comparaciones y ojeadas estadísticas». Y así, con todos los datos recogidos durante sus cinco años en América, escribió la prédica liberal más importante contra este fenómeno en el mundo atlántico durante el siglo XIX. Tan mal sentó que John S. Thrasher suprimió el mencionado capítulo en su traducción de 1856, pues atentaba contra uno de los pilares de la economía europea, lo que llevó al autor a protestar enérgicamente en público. El origen de su investigación se encuentra en la revolución de Haití , después de que los esclavos de las plantaciones de la región de Acul, al norte de Saint-Domingue, se levantaran en 1791. Aquella revuelta que culminó el 1 de enero de 1804 con la proclamación de la primera república negra de la historia, justo cuando Humboldt regresó a Europa de su larga estancia en América, le dio mucho que pensar. El impacto fue tan fuerte que, en 1807, se suprimió en Gran Bretaña el comercio de africanos con sus colonias . En España se intentó cuatro años después. Según cuentan Marieta Cantos, Fernando Durán y Alberto Romero en «La guerra de pluma: sociedad, consumo y vida cotidiana» (UCA, 2006), el diputado José Guridi Alcocer pidió en las Cortes de Cádiz «un plan para abolir la esclavitud, la regulación de que los hijos de esclavos fueran libres desde su nacimiento o, en su caso, abonarles un salario para que pudieran comprar su libertad a la larga», pero se encontró con fuertes críticas de los diputados cubanos y el problema no se resolvió. Cuando los antiguos esclavos , ahora soldados y oficiales de un ejército independiente, proclamaron la independencia de Haití en 1804, Humboldt todavía no tenía escrita ni una palabra en sus diarios sobre este importante acontecimiento. «A pesar de ello, cuando fue a Venezuela en 1799 ya era enemigo de la esclavitud. Y aunque no escribió nada sobre los esclavos, sí hizo una larga excursión a las plantaciones de sus conocidos oligarcas esclavistas y atendió a los debates de la élite sobre el mejoramiento tecnológico de la esclavitud. Además, en La Habana conoció al Adam Smith de las economías de plantación de América, Francisco de Arango y Parreño, quien había realizado algún estudio comparativo previo. El alemán, sin embargo, necesitó más tiempo y empezó a a escribir sobre rebeliones , conspiraciones, esclavos y esclavitud hasta su segunda estancia en Cuba en 1804», comenta Michael Zeuske en su artículo «Alexander von Humboldt y la comparación de las esclavitudes en las Américas» (Universidad de Colonia, 2005). «El mayor de los males» Es aquí donde llegan las sorpresas cocinadas a fuego lento por Humboldt a la luz de sus estadísticas. «Si se compara Cuba con Jamaica, el resultado parece estar a favor de la legislación española y de las costumbres de los habitantes cubanos . Estas comparaciones demuestran, en esta última isla, un estado de cosas infinitamente más favorable a la conservación física de los negros y a su concesión de la libertad», apunta Humboldt en su «Ensayo político sobre la isla de Cuba», publicado veinte años después de su viaje a América, cuando la esclavitud no solo seguía sin ser erradicada, sino que florecía en todo el Caribe. «Sigue siendo el mayor de todos los males que han atormentado a la humanidad», asegura. Uno de los resultados más importantes del trabajo de Humboldt es su amplio y detallado análisis de la población india y negra en la sociedad colonial hispanoamericana. Con respecto al primer grupo, según explica el director del Centro de Investigaciones hispanoamericanas de la Universidad de París X, Charles Minguet, en su artículo «La América de Humboldt» , nuestro protagonista « logró barrer un montón de errores acumulados durante siglos por los escritores de la Leyenda negra , que habían derramado torrentes de lágrimas sobre los Indios, sin haber visto nunca a un solo representante de ellos». El 80% de la población total de Hispanoamérica está compuesta de indios, mestizos y mulatos «Los datos que da Humboldt son estadísticos —añade— y, gracias a ellos, la Europa culta y ensordecida durante todo el siglo XVIII por los gritos de horror de los indianistas lacrimosos se entera de que existen, en las posesiones españolas de América, 7,5 millones de Indios y 5,5 de mestizos. Es decir, un total de 13 millones de indios y mestizos o mulatos, que representan el 80% de la población total de Hispanoamérica . Estas cifras significan que, a finales del siglo XVIII, la población amerindia había alcanzado o sobrepasado la cifra supuesta en vísperas de la Conquista». Negros, esclavos y mulatos Con respecto a la presencia de p oblación negra en la América española, Humboldt también ofrece, en palabras de Minguet, datos «muy detallados, serios y completos» que provocan sorpresas a los defensores de la Leyenda Negra. De estas estadísticas, el profesor de la Universidad de Paris X deduce los siguientes puntos: 1) Entre 1800 y 1820, de los 6.443.000 negros (esclavos y libres) de toda América, la América española tiene solamente 776.000 . El número de los esclavos representa solamente el 4% de la población total de Hispanoamérica y no el 8% como han pretendido. Es decir, entre 500 y 550.000 esclavos en una población de 15 millones de habitantes, poco más o menos, mientras que en las Antillas francesas e inglesas, la proporción era de 80 a 90% y en los Estados Unidos del 16%. 2) Los esclavos transportados a la América española representan solamente la decimoquinta parte del número total transportado durante tres siglos por los países europeos. 3) En las colonias españolas, los esclavos manumisos eran mucho más numerosos que en otras partes: 18% en Cuba, 3% en América del Norte, 10% en las Antillas inglesas. El hecho se debe a la costumbre que tenían los dueños españoles de dar la libertad a sus esclavos por testamento. 4) En Cuba, la población libre, entre blancos, negros y mulatos, representaba el 64% de la población de la Isla en 1820. 5) Y si examinamos la legislación negrera española, sobre todo el Código Carolino de 1789, notamos que se aleja mucho del catálogo atroz de tormentos, suplicios y mutilaciones previstos en los códigos de Francia e Inglaterra de la misma época. Sin duda, sabemos que, a menudo, no se aplicaban en las colonias todas las disposiciones legales dictadas en la metrópoli. «Pero reconozcamos con Humboldt que la moderación de los textos, las costumbres y la influencia de la religión permitieron un trato más humano. Y que todos esos elementos contradicen los prejuicios europeos que atribuían a los españoles abusos y crímenes cometidos por otros», concluye Minguet. «La esclavitud no fue una institución española» Nuestro protagonista, dada su posición antiesclavista, no tenía por qué blanquear la política de España con respecto a la esclavitud en sus territorios americanos, sobre todo en una época en la que la mayoría de las sociedades europeas estaban preocupadas por si la situación de Haití podría tener consecuencias en sus colonias y en «su» comercio de esclavos. Y, de hecho, no lo hizo, porque se granjeo enemigos en España muchos enemigos por su intransigente posición contra este fenómeno, a pesar de los muchos argumentos que escuchó por parte de los propietarios de esclavos. Algunos críticos han querido ver en su análisis sobre España en América que la corona financió parte del viaje de Humboldt a América, pero lo cierto es que su posición antiesclavista en todos los territorios —incluidos los españoles— fue creciendo durante su expedición. Y aún así, «para él la esclavitud no fue una institución española, sino una institución de las élites locales, es decir, de los criollos. La observaba dondequiera, también en lugares donde no se espera esto, como por ejemplo en Ciudad de México», añade Zeuske. El viajero prusiano descubriría que la legislación negrera española estaba muy lejos de los suplicios y atrocidades previstas en la legislación francesa e inglesa. Para Humboldt, las causas principales del trato más humano recibido en los territorios de España se encontraban tanto en los textos legislativos como en la influencia de la religión y las costumbres sociales. Y viene a reconocer que la realidad contradecía los prejuicios europeos , que atribuían a los españoles abusos y crímenes cometidos por otros. Tal y como defiende Juan Sánchez Galera en «Vamos a contar mentiras» (Edaf, 2012), y mal que les pese a los seguidores de la propaganda antiespañola, los monarcas hispanos no consolidaron la conquista de América a sablazo limpio, sino gracias a un ejército de maestros y curas. Frente a quienes presentan a los descubridores y conquistadores del Nuevo Mundo como crueles genocidas, el historiador afirma que Leyes de Indias que reglaron la vida en aquellas colonias supusieron el origen de lo que hoy conocemos como Derechos Humanos. «Los indios, fuera de ser unos desposeídos, son propietarios de pleno derecho de aquellas tierras que trabajan, y del rendimiento de las mismas pagan un tributo o servicio a su encomendero, quien a su vez tiene obligación de protegerlos y cristianizarlos. Como toda institución humana, la encomienda dio lugar a ciertos abusos, y en contados casos, incluso degeneró en una especie de esclavitud encubierta », defiende. Este enlace contiene un video, ábrelo para visualizarlo! https://www.abc.es/historia/abci-ignorado-estudio-sobre-esclavitud-america-tumbo-leyenda-negra-contra-espana-hace-siglos-202102021846_noticia.html










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